Dentro de los actuales esfuerzos por volver al marco varietal tradicional, la Godello empieza a salir del olvido para volver a participar en la elaboración de los vinos blancos de Ribeiro y, muy especialmente, se esta incentivando la replantación en la comarca de Valdeorras. En Galicia, su zona de influencia se extiende desde el Rosal en la provincia de Pontevedra, hasta Valdeorras, en la parte este de Ourense; y puede encontrarse también algo más al sur en Betanzos y en el Valle de Monterrey concretamente en Verín. En León tiene cierta importancia en el Bierzo donde se utiliza para elaborar los mejores blancos de la región, de gran personalidad y consistencia en boca. Más interesante aún pueden resultar sus vecinos de Valdeorras.
Gracias a la privilegiada ubicación de la región en una depresión atravesada por el río Sil y a sus buenas condiciones geográficas y climáticas, se perfila un interesante futuro en la vinificación de blancos a partir de la Godello. Estos vinos se caracterizan por su color amarillo pajizo con matices verdes y su aroma a frutas maduras; resultan bastante armoniosos y ofrecen un buen equilibrio entre cuerpo y acidez natural. Poco a poco empiezan a despertar.
No tiene especial predilección por un tipo concreto de terreno, pero da lo mejor de si en los suelos secos, frente a aquellos más húmedos donde aumenta el vigor y los rendimientos, con el consiguiente descenso de la calidad. Se obtienen mostos con buenas graduaciones, entre 11 y 13 grados, pudiéndose alcanzar incluso los 14 en las zonas más cálidas, y con buenos índices de acidez que oscilan entre 5,5 y 7,5 en óptimas condiciones climáticas. Si se produce una sobremaduración el vino pierde parte de su distinción aromática.